El camping abandonado

El camping de nuestros padres al que ya nadie vuelve...

   Comencemos la historia desde el principio....  Hace unos meses casi por casualidad encontré un idílico lugar al final de una pista mal asfaltada y tierra que algún día fue una carretera, este espectacular lugar, a los pies del río Alberche muy cerca de donde miles de madrileños disfrutan cada verano de un refrescante baño en la conocida como playa de Madrid. Pero ya mucho antes de finales de los años 90 en que se construyó y popularizó este lugar ya era frecuentado por los campistas, aunque posteriormente su pequeño oasis fue abandonado y ya nadie mas volvió a acampar allí.

Entrada principal al camping actualmente abandonado 

   No conocía de su existencia y a día de hoy todavía me cuesta encontrar alguna foto, recuerdo o comentario de que le llevó a cerrar las puertas. 
   Pudo ser como ya pasó con otros campings que se cerrara por su proximidad al río y el temor que de sucediera una desgracia -como lo que pasó en el camping de las Nieves en Biescas, en el verano de 1996 causando 81 muertes y 183 heridos por una riada-

   Nada mas pasar lo poco que queda de cerca y el casi extinto muro de entrada uno de los tres edificios que quedan en pie nos recibe,  debía de tratarse del edificio principal donde se encontraría posiblemente una pequeña tienda de alimentos y recepción.

   El edificio de la lavandería todavía conserva varias docenas de pilas para lavar la ropa a mano y las conexiones en donde un día se encontraron las lavadoras y secadoras de ropa.

   A no mas de un par de minutos de este lugar, llegamos a la zona donde se encuentra la playa y el río. Es un lugar que mucha gente se acerca a hacer rutas de senderismo y a pasear con los perros. Todavía no es muy difícil imaginar a cientos de bañistas disfrutando de un baño y disfrutando con embarcaciones de recreo como pequeñas piraguas. 

   

   Dentro del río se encuentra una zona todavía mas espectacular, se trata de una isla ubicada en medio del paso del río y cuya vegetación al adentrarnos parece transportarnos a lugares tropicales.

   Continuando nuestra visita por el inmenso recinto nos encontramos con el tercero y más grande de los tres edificios que aún se encuentran en pie, aunque ya sin techo; este parecía ser la estancia de la cafetería y de lo que pueden ser los baños del camping, pero por desgracia su ruinoso estado no nos deja muchas pistas de lo que un día pudo albergar. 

   Al caer el sol, decidimos poner punto y final a nuestra visita, que nos ha dejado un montón de buenos momentos, la gran cantidad de setas y hongos, los pájaros carpinteros, gorriones, halcones e innumerables peces y tipos de árboles que disfrutamos fotografiando. Es sin duda un impresionante lugar que merece la pena visitar y conservar. 

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Publicado el 24 de Enero 2016